miércoles, 10 de febrero de 2016

¿Por qué apoyo a Mónica Xavier y a la Lista 3?


Fernando González


Conocí a Mónica en los años finales de la dictadura, cuando recién me había afiliado al Partido, cuando a pesar de estar viviendo la época más nefasta de nuestro país comenzaba a vislumbrarse la esperanza de un tiempo mejor.
Para ser preciso, tengo que confesar que seguramente nos habíamos cruzado en más de una oportunidad ya que ambos provenimos de lo que se pueden llamar “familias socialistas desde siempre”, pero en esas ocasiones, que sin dudas las hubo, los dos éramos demasiado jóvenes como para “registrarnos”.
Por eso considero que esa fue la ocasión en que realmente la conocí; una reunión en la clandestinidad. Una de tantas y, al mismo tiempo, una diferente a todas.
Ya en aquel entonces ella formaba parte de los cuadros del Partido. Era una joven mujer con fuerte capacidad de liderazgo que, además, proyectaba un algo especial -aunque esto no suene demasiado marxista ni científico, es así-, y me cautivó a mí como a tantos otros. En ese momento sentí, más que razoné, que estaba destinada a alcanzar grandes metas. Todo en ella lo anunciaba.
Desde ese momento -a comienzo de los ochentas- hasta el día de hoy, la vida pública de Mónica no ha hecho más que confirmar aquella primera impresión y cuando rememoro esos tiempos no puedo dejar de preguntarme; ¿cuánto más lejos puede llegar?
Pero ese no es el motivo por el cual me sumé a la Lista 3 para apoyarla en su segura llegada a la Secretaría General del Partido Socialista.
Tampoco porque sea mujer, aunque eso le vendría muy bien desde todo punto de vista a una organización que ha sido pionera en dar pasos hacia la igualdad de género.
Nada de eso. No suelo tomar decisiones basándome en primeras impresiones o en los afectos construidos en largos años de militancia. Y mucho menos cuando ellas tendrán impacto sobre una herramienta popular y transformadora como el PS, lo que es lo mismo que decir, sobre el Frente Amplio y el destino de nuestro país.
Tampoco apoyo a Mónica por descarte. Confieso tener un gran afecto por Daniel Olesker a quien conocí mucho antes de que fuera parte de nuestra organización, cuando era un “desmelenado” asesor de las organizaciones sindicales que comenzaban a emerger a pesar de la férrea represión.
Aunque suene un poco raro en esta campaña que lamentablemente está perdiendo de vista el compañerismo y los afectos, sostengo que es imprescindible que Daniel forme parte del próximo Comité Central de nuestro querido Partido. Su voz clara y peleadora debería integrar el crisol que construirá la nueva dirección, la dirección que devuelva al Partido Socialista al lugar de liderazgo que la izquierda uruguaya tanto necesita. Un lugar alejado de esa visión “tinellizada” y paródica de la política, esa que algunos compañeros frenteamplistas han tomado como metodología para expresar sus opiniones.
Pero por eso mismo, por el respeto que siento por Daniel, me veo obligado a expresar que no me lo imagino como Secretario General del PS. Él es un pensador, y uno muy interesante, pero nuestro Partido necesita más que nunca un conductor, en este caso, una conductora, una gran conductora.
Sí, la única alternativa viable, creíble y racional para la Secretaría General del Partido Socialista de Uruguay se llama Mónica Xavier y ella, aunque ha dado muestras más que sobradas de su capacidad, necesitará un equipo comprometido, diverso, capaz de enriquecer las discusiones y de acatar las decisiones, por más complejas que puedan ser.
Un equipo que se transforme en una verdadera dirección colectiva, sin fisuras, sin falsas contradicciones y con la suficiente diversidad como para enfrentar este mundo cada vez más complejo en el que, a pesar de todo, no renunciamos a la utopía socialista.
Por eso apoyo a Mónica. Y por eso me juego entero por la Lista 3. Porque en ella se expresan la lealtad con la historia partidaria, la renovación constante, el aporte permanente de ideas, el debate imprescindible, lo nuevo y lo viejo, en definitiva; lo mejor que hemos cosechado en este largo siglo de siembra.
El 13 de marzo voto a Mónica con la 3 y estoy seguro de que todos los socialistas vamos a celebrar.


Fernando González

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