jueves, 31 de diciembre de 2015

Mónica Xavier; a las y los Socialistas


Carta a las y los SOCIALISTAS

Queridas compañeras, queridos compañeros:
Como tantos de ustedes, nací en un hogar socialista. Como todos ustedes, luché toda la vida por las causas populares. Para lograr igualdad a través de inclusión y oportunidades. Para que los derechos alcancen a las mayorías y no sean el privilegio de unos pocos.

En ese camino experimentamos avances y frenos. Sabemos de las esperanzas que se le han devuelto a nuestro pueblo, en esta década de gobiernos de izquierda. Sabemos de las decenas de miles de jóvenes que ya no tienen que emigrar. Sabemos de la dignidad que han traído condiciones laborales de respeto y equilibrio. Sabemos de las oportunidades que se han expandido hacia el interior. Sabemos de los derechos que se han extendido a las mujeres. Sabemos de la paz que han alcanzado familiares por los hallazgos de algunos de sus seres queridos. Sabemos que queda mucho por hacer. Sabemos que quedan sueños por cumplir. Sabemos que hay una condición para seguir avanzando: mantenernos unidos. Y también sabemos que la derecha no descansa.

Tenemos que fortalecer al Partido Socialista para fortalecer al Frente Amplio, y así apoyar - sin fisuras - a nuestros gobiernos y a nuestro presidente, el compañero Tabaré Vázquez. Para impulsar el Programa, cumplir los compromisos de campaña, y promover ideas y acciones que aceleren los cambios que nuestra sociedad vio postergados por tantas décadas. Ese es el latir del corazón socialista. Nada tiene que ver con disputas intestinas. Nada tiene que ver con chacras intrapartidarias.

El futuro exige unidad, a todos los niveles. Y en ese camino la militancia tiene una importancia central. El ejemplo que da nuestra juventud: siempre está allí con esa sonrisa que desborda entusiasmo, con esa pasión que brota incontenible en esa muchachada que quiere cambiar el mundo para bien. Y yo me dejo contagiar. Y los escucho. Y también siento la legítima bronca que experimentan ante situaciones que nunca deberían suceder. “Nunca más las riñas internas”, me dijo - hace pocos días -  una joven que no llegaba a los veinte años. Me lo dijo con fuerza. Me lo dijo en serio. Me lo dijo convencida. Me lo dijo con razón.

El futuro que soñamos inspira nuestras acciones presentes. El futuro no se mira a través del espejo retrovisor. Ni tampoco se construye negando pasado. Si el Partido Socialista y los movimientos progresistas del mundo, hoy más que nunca, se explican por la integración de las nuevas generaciones, no menos cierto es que también son hijos de sus idearios. Y nuestro partido los encuentra en el legado de formidables compañeras y compañeros. Emilio Frugoni: la voz de los sin voz; Paulina Luisi: las conquistas de derechos para las mujeres; Mario Cassinoni: el Rector de la Ley Orgánica Universitaria; Vivian Trías: retorno, síntesis y avance; José Pedro Cardoso: la santa rebeldía; Polo Gargano: austero, principista, entrañable-. Y en la ética de la responsabilidad por la mañana siguiente que nos señaló el compañero Líber Seregni.

Desde ese inmenso legado y al escucharlos a ustedes, a los socialistas de todo el país, en la incansable búsqueda de unidad y fraternidad, asumo el reto - junto a compañeros de mil batallas y a jóvenes llenos de energía -, de presentarme a las elecciones para la Secretaría General del Partido Socialista.
Cuenten conmigo 


No hay comentarios:

Publicar un comentario